Pero…. “Todo cambia”, como decía la inmensa Negra Sosa. Cuando fui mamá, entre cambio de pañales, papillas y llantos, pasé a valorar cada minuto u ocasión, para rescatar el momento pareja. Fue así que vi en esta onomástica la oportunidad para disfrutar de una cena o de una mini escapada con mi marido. O currarme una puesta en escena en casa con cartitas y mensajitos llenos de amor, que reconozcámoslo, a todos nos encanta recibir de vez en cuando.
También empezó a ser una fecha señalada para compartir con todos ustedes recetas dulces, que siguen simbolizando el cariño, el amor que sentimos y que nos gusta regalar en forma de bocado.
Siempre me ha fascinado esa forma de querer a través de la cocina y la repostería. Entregar un poquito de ti y de tu tiempo, me parece un regalo sublime. Por eso me gusta ayudar a crear momentos así, donde hasta fantaseamos con las caras de los agasajados al sentirse queridos cuando ven nuestras pequeñas obras de amor.
En los días previos, con ese afán lleno de ilusión empiezo a buscar recetas que puedan hacer de Cupido para sacar sonrisas que mucha falta nos hacen ¿a qué sí?
Mi cocina se llena de cortadores o moldes de corazón, grajeas rosas y rojas, colorantes e imaginación.
En esta ocasión viendo muchos post de IG y blogs de repostería, me he decantado por esta receta que lleva puré de remolacha.
La detonadora de la idea fue Silvina Jalile, gran repostera argentina también radicada aquí en España. En su IG @almazendeexquisiteces, subió una receta de bizcocho sin gluten de remolacha increíble y como fiel seguidora me dije:¡ Ah! Ya tengo inspiración.
Me encanta la remolacha en todas sus formas y el color que brinda es espectacular para una ocasión como esta.
Eso sí, os pido que como es una fecha especial, se tomen el trabajo de comprar la remolacha fresca. ¡Verán qué diferencia! Además tienen unas hojas carnosas y deliciosas con las que pueden hacer infinidad de recetas saladas como croquetas, buñuelos o torrejas, tortillas, sencillamente braseadas a modo de guarnición o una rica quiche.
La remolacha en preparaciones dulces nos aporta un plus de humedad increíble, un sabor con matiz único y un color sin igual.
¡Enamoradita me tiene!
Escuchen, además a nivel nutricional y de salud, la remolacha es un dechado de virtudes. Ayuda al tránsito intestinal, es un protector del hígado, contiene hierro, gran portadora de vitamina B9 que nos embellece las uñas, cabellos y piel. Contiene ácido fólico que ayuda al buen funcionamiento del corazón. Una hortaliza muy “Valentina” ¡ja, ja!
Dicho todo esto, os presento la receta que he elegido para el próximo 14 de febrero.
Estoy segura que se van a rendir a sus encantos. ¡Celebren el amor y la vida!
Brownie de Chocolate blanco y remolacha
Derretir el chocolate blanco junto con la mantequilla en horno microondas a muy baja potencia (300W). Separar claras de yemas. Batir las claras a nieve con pizca de sal. Batir las yemas con el azúcar hasta blanquear. Añadir el puré de remolacha, seguir batiendo hasta incorporar bien. Incorporar el chocolate derretido con la mantequilla y el colorante (lo usamos para potenciar el color, pero es opcional). Mezclar la harina de almendra y la harina. Fuera de la batidora añadir las dos harinas a la preparación batida con movimientos envolventes. Por último, incorporar las claras batidas a nieve en tres veces. Rellenar un molde de corazón o moldes individuales con la misma forma. Llevar a horno precalentado a 170º durante 25 minutos en el formato único o 12-15 minutos para la versión individual. Decoración: Batir con varilla de mano, el queso crema con la mantequilla en pomada y el azúcar. Aromatizar a gusto. Hacer un corazón más pequeño encima del Brownie con una espátula de repostería o manga según destreza. Coronar con frutos rojos y decorar con hierbabuena. En una manga colocar el dulce de leche @chimbote y hacer pequeños copitos para decorar y terminar la presentación. ¡Felicidades Valentines!
Decoración:
Muchas gracias Gabriela gran persona y gran chef argentina ..por compartir receta del @almazendeexquisiteceses con tu gran toqué de creatividad