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Capítulo 4: nos vamos a la compra

En el supermercado, el mercadillo o la tienda de barrio, nos esperan un montón de nuevos nombres para los productos de siempre

Vámonos de una vez a “hacer la compra” y llevemos los ojos y los oídos bien abiertos, porque tenemos mucho para aprender. ¿Empezamos por la verdulería?

Tomemos nota de algunas equivalencias:

  • Alcauciles: alcachofas.
  • Arvejas: guisantes.
  • Bananas: son las que vienen de Ecuador, en España se consumen normalmente plátanos de Canarias.
  • Cebolla de verdeo: cebolleta.
  • Chauchas: judías verdes.
  • Duraznos: melocotones.
  • Frutillas: fresas.
  • Morrón o ají: pimiento.
  • Palta: aguacate.

La carne y sus cortes es otro de los temas que nos traerán de cabeza apenas llegar, aunque hoy tenemos la suerte de que la mayoría de los carniceros ya han tenido algún cliente argentino y conoce nuestra terminología. Pero nunca está demás una pequeña ayuda:

  • Peceto: redondo.
  • sado: churrasco.
  • Colita de cuadril: rabillo de cadera.
  • Lomo: solomillo.
  • Bondiola de cerdo: cabecero de lomo.
  • Matambre de cerdo: secreto.
  • Carré de cerdo: lomo de cerdo.

El vacío, la entraña y el asado de ternera podemos pedirlos por su nombre.

La charcutería, es el lugar en el que encontraremos uno de los manjares más preciados de España, el jamón ibérico. Además de un montón de quesos que no conocemos en Argentina. Y la ricota, que solemos usar para tantas recetas, aquí se llama requesón.

Nuestras tartas aquí son empanadas, y nuestras empanadas, son empanadillas, aunque nos resultarán muy difíciles de hacer con las tapas que encontraremos en las góndolas, a no ser que recurramos a los buenos importadores de productos argentinos que se anuncian en nuestras páginas.

El pan, lo más habitual es comprarlo por barras, y el lactal es pan de molde.

Si nos vamos a los dulces, la torta es tarta, las galletitas no tienen diminutivo, son galletas, al revés que la manteca, que aquí es mantequilla. Además del Nesquik, encontraremos el Cola Cao.  Las facturas no existen, pero todo lo que hallaremos parecido se engloba en el nombre bollería. Medialunas sí que hay, pero se llaman a la francesa, cruasán. No así el omelette, que se traduce como tortilla francesa. Olvídense del panqueque, y vuelvan a tirar de términos francófonos, como el crepe.

Betiana Baglietto

Periodista, escribidora. Con un pie en cada orilla. Más de 10 años en España, y aún no pierdo el acento. Loca por Bruno y Mateo

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